El objetivo de nuestras actividades:

 

 •  Es salvar las distancias entre sociedad y ambiente, entre conocimiento académico

y conocimiento para la vida, entre razón y sentimiento.

 

 

•  Contribuir al desarrollo

de sujetos autónomos y responsables, con capacidades para la acción y la reflexión,

para la organización grupal 

y comunitaria, sujetos formados en valores como la cooperación

y la solidaridad.

Las actividades educativas que realizamos no son parte de una materia, son producto del diálogo entre
distintas disciplinas, entre los actores que participan en las diferentes etapas del proceso educativo.

De ahí que no las consideremos actividades relacionadas con la naturaleza o con la ecología o con una materia en particular. Nos referimos a un enfoque
que atraviesa la educación en cada uno de sus aspectos, que está dirigido a recuperar la capacidad de soñar despiertos y desplegar las capacidades para hacer mundos de vida diversos, posibles e inéditos.

 

Trabajamos para una transformación ética: solo mediante un cambio en

los modos de ser, hacer y percibir se puede construir una transformación de nuestra sociedad.

 

Creemos en la educación como una puerta de acceso —aunque ciertamente

no la única— a esta transformación.

 

Desde esta perspectiva la contaminación, la pérdida de biodiversidad, el
cambio climático y los refugiados ambientales no son consecuencia de una crisis ecológica.

 

No son un fenómeno que se origina en la naturaleza sino productos de una crisis social y cultural, consecuencia de un modelo económico, político y

social que ha generado injusticia, desigualdad, destrucción e infelicidad.